Viaje a Etiopía dia 06/12/2016

06/12/2016.- Nos levantamos a las 06:30 y este es el aspecto del camping. Ya está la mesa preparada para el desayuno.




 La cocina no está nada mal. Justo lo necesario que transportan en la camioneta Toyota.


Detalle de la ducha y del cuarto de baño. Aunque a mi me sirvió mejor detrás del árbol.




Hoy se despiden de nosotros los cocineros. Han hecho un buen trabajo y estamos muy contentos con sus servicios, por lo que les damos una buena propina.


Estamos junto al rio Omo. A las 08:00 partimos hacia la tribu de los KARO. Llegamos sobre las 09:00 y decidimos no entrar en el poblado. No hace falta, bajamos de los coches y enseguida van llegando pidiéndonos que les hagamos fotos.
Los Karo viven por y para el rio Omo son un pueblo al borde de la extinción. No quedan más de 1.000 distribuidos en varios poblados. 
Su forma de vida se ha modificado y disponen de poco ganado, diezmado por la mosca tsé tsé, se han tenido que reconvertir en agricultores y viven del cultivo de sorgo, maíz, judías y un cereal parecido al trigo con el que hacen tortas. Además de se alimentan de miel y pescado que pescan en el rio.
Como otras étnias, se pintan el cuerpo y la cara para embellecerse y utilizan collares para exhibir su posición social y adornan sus brazos y piernas con brazaletes de cobre.









 


Además de muchas enfermedades los casos de enanismo no faltan. Esta mujer estaba a la entrada del poblado un poco ajena a lo que ocurría 50 metros por delante. Ella también tendría sus 10 birrs.


Tras autorepostar nor dirigimos por fin a un hotel. 


A las 10:45 hacemos una parada técnica junto a unos enormes termiteros.


A las 11:30 nos detenemos en el lecho de un rio seco, para ver como una pareja de Hammer hace un pequeño pozo y saca agua para dar de beber al ganado y aprovisionarse ellos mismos en bidones. Beben el agua tal cual sale de la arena.




Por fin a las 13:00 llegamos al hotel Buska Lodge en Turmi. Un paraiso en la sabana a poca distancia del pueblo. Después de tantos días por fin he podido tener las maletas en la habitación y separar la ropa sucia y clasificar todas las cosas, aunque de momento nos vamos a comer al restaurante. Una cabaña enorme con buena decoración, comedor y estar con mantelerías y todo muy limpio y bien atendido. Como plato único y cerveza, aunque hubiera podido pedir más cosas, no tengo tanto apetito.












A las 15:00 llegamos al lugar donde se han concentrado los HAMER para celebrar la ceremonia del salto del toro (Ukuli Bula). Los jóvenes llegados a una edad, para pasar a la madurez tienen que someterse a esta ceremonia. Tras saltar 4 veces sobre una fila de toros que son sujetados por miembros de la tribu. El joven se va y está durante un mes solo en la sabana sobreviviendo por sus propios medios. Si lo consigue, vuelve a la tribu y a partir de entonces podrá escoger mujer y formar su familia.
Llegamos a una explanada junto a un rio seco donde está congregada toda la tribu. Las mujeres están reunidas en grupos bajo los árboles a la sombra, mientras los hombres que han saltado en meses anteriores se pintan. De vez en cuando las mujeres salen a un claro a bailar tocando unos cuernos de cobre y haciendo sonar los cascabeles que llevan atados con tiras de cuero por debajo de las rodillas.












Las mujeres de la familia del joven que va a saltar requiere a los otros jóvenes, reticentes, para que les pegue con una vara muy flexible que ellas mismas les ofrecen, una vez que ha recibido el latigazo se inclina con una reverencia dandole las gracias. Lucen orgullosas en sus espaldas verdugones y cicatrices sangrantes que pone los pelos de punta. Soportan estoicamente dicho castigo sin pestañear, porque eso da honor y es signo de fortaleza en la familia, a la vez que es una muestra de respeto a los hombres.


Las mujeres Hamer son fuertes y muy trabajadoras. Son capaces de llevar pesadas cargas a sus espaldas durante kilómetros. Las solteras se visten con collares de vistosas cuentas de colores, mientras que las casadas lucen collares de metal. Si el collar, que también puede ser de barro, tiene una protuberancia delante significa que es la primera mujer. Son polígamos.

 

 






Una vez que está todo preparado nos dirigimos a otro claro, donde está el ganado preparado para el salto. Por el camino, a un paso bastante rápido, no paran de cantar y tocar el cuerno de latón, a la vez que se adornan con coronitas de plantas que van recogiendo por el camino.


Una vez que llegamos adonde están preparando el ganado, comienzan a bailar y a hacer sonar los cuernos y cascabeles, cantando.






El muchacho ya está preparado. Mientras las mujeres de la tribu le dan ánimos con sus brazos y sus varas en alto.


 Allá va . Totalmente decidido y convencido de que no va a fallar, realiza los cuatro saltos con determinación y apretando los puños. Lo ha conseguido.


Se acercan a darle la enhorabuena. Acaba de entrar en la edad adulta y como tal es recibido por sus amigos y familiares.


A partir de ahora, vagará durante un mes por la sabana, sin más ayuda que sus propios recursos.


Con mucho calor, nos volvemos al hotel totalmente impresionados por todo lo que hemos visto. Una ceremonia que se remonta en el tiempo cientos de años atrás, de un pueblo del que se dice que encendió el primer fuego.
Me doy mi primera ducha decente y con la ropa a mano.
Pongo a cargar las baterias, etc. y me voy para el comedor. Hay wifi y puedo enviar mensajes, aunque no fotos ni vídeos y además consigo hablar por teléfono con casa a traves de WhatsApp.
Cenamos muy bien y para celebrarlo pedimos un vino etíope. Estamos mucho más relajados, pero cansados. 
Nos vamos a dormir. Tengo una cama enorme con mosquitero, y sábanas, y mantas por si hace frío. 





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